No te detengas

Ser incomprendidos es normal, sobre todo cuando vivimos procesos difíciles en los que Dios está moldeando nuestras vidas.
Si a veces nosotros no entendemos lo que Dios está haciendo, es de suponer que otros tampoco puedan comprenderlo a menos que Dios se lo revele.
En esos momentos en los que no entendemos lo qué pasa, por qué pasa y mucho menos para qué pasa, lo único y mejor que podemos hacer es confiar en Dios y en su plan.
Puede ser que no te entiendan. Puede ser que te juzguen.
Pero Dios está haciendo una gran obra en ti, y no puedes ir más lento ni abandonar tu objetivo.
El Señor está dándole un nuevo significado a tu pasado, esta estabilizando tu presente, y está estableciendo ahora lo que será tu futuro.
Sigue adelante y ten fe, no intentes reducir el paso, detenerte o mucho menos cambiar de planes por los obstáculos que se presentan y por sentirte incomprendido por los demás.
No te muevas sin la dirección de Dios, pues a su tiempo, ellos entenderán.
Ya viene tu recompensa, en el nombre de Jesús.
**Juan 2:17: el mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre*
Gracia y Paz
Kenia