Identidad

Dios nos creó a su imagen y semejanza.
No fuimos creados para mentir, o defraudar. Todo lo contrario, fuimos creados para amar y ser leales.
La razón por la que los seres humanos nos convertimos en seres no fiables y capaces de hacer mucho daño, está relacionada con el pecado que nos aleja de Dios. Y, al alejarnos de Él, perdimos nuestra identidad y nuestra conducta dejo de parecerse a la conducta de Dios.
Sin embargo, Jesucristo a través de su muerte nos ha reconciliado con el Padre restaurando nuestra relación con El y nuestra identidad.
Al reconocernos cómo hijos Dios, comenzaremos a cambiar nuestra conducta, apartándonos de nuestros malos hábitos, y de la forma indigna cómo vivimos.
Conocer nuestra identidad inicia un cambio en nuestra conducta, que es posible porque El Espíritu Santo nos motiva, nos muestra lo que debemos dejar y nos da las fuerzas y voluntad para hacerlo. Sin importar que tan buena o mala haya sido tu relación con tu padre terrenal, recuerda Que tienes un Padre Celestial que te ama.
De El vienes y si aceptas a Jesús como Señor, a Él volverás.
Gálatas 3:26: Ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo.
Gracia y Paz
Kenia